Estudio
Bíblico elaborado y expuesto por el Pastor Juan Navarro Rdz.
(Lección de
mi curso).
“Apologética
Bíblica”.
Base
Bíblica:
Primera de
Pedro 3:15…”…sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad
siempre preparados para presentar “defensa” con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
16 teniendo buena conciencia, para que en lo que
murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian
vuestra buena conducta en Cristo.
17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el
bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
Consideraciones
Iníciales:
He
compartido mucho estudios bíblicos de apologética bíblica y sabemos que
consiste en presentar una "Defensa" de nuestra fe incluye también la
denuncia, el dar la voz de alerta ante la apostasía. . .
He tratado
de ser especifico al hablar no solo de "apologética" ya que eso
desvía de la verdadera función de la apologética, sino de "apologética
bíblica".
Claramente
he enseñado que la apologética bíblica se origina para defender LA SANA DOCTRINA
DEL PRIMER SIGLO.
Hoy en día los apologéticos, y la apologética
se ha perdido de su razón de ser; ahora todos los grupos y sectas religiosas
defienden sus doctrinas aun las heréticas.
Esta es una
de las principales razones por las cuales los pastores e iglesias de sana
doctrina debemos alertar al respecto.
La apologética no se debe usar para defender
doctrinas, o dogmas “humanos, o de instituciones religiosas”.
Esta es la
base bíblica “clásica” que siempre se da para abordar la apologética.
1 de Pedro
3:15…”…sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que
os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
Podemos
afirmar ante las “evidencias” de los apologetas actuales que no son “bíblicos”,
al menos no están obedeciendo esta palabra bíblica que nos enseña a defender la
fe con:
“Mansedumbre
y Reverencia”, ante “todo” el que
demanda razón acerca de nuestra esperanza.
¿Por qué los
cristianos y ministros del siglo 21 usan de un lenguaje profano al defender su
fe?
¿Por qué no
denuncian con “Mansedumbre” sino que lo hacen usando palabras dignas de una
persona totalmente depravada?
¿Acaso
podemos tomar versículos bíblicos para lanzárselos en la cara a los herejes y
apostatas cada día sacándolos de contexto y aplicándolos a nuestro antojo?
Creo que el
problema es doble:
Por un lado
un porcentaje muy elevado de apologistas cristianos están haciendo una apologética no bíblica.
Por otro lado
al hacerse costumbre el uso de un lenguaje vulgar y profano por parte de estos
apologistas y creyentes cristianos cuando confrontan y denuncian están cayendo
en el mismo pecado de los herejes y apostatas al alejarse de Dios y de La Sana Doctrina.
Lamento la
pérdida de tiempo de tantos hermanos y ministros que han hecho de su vida y
ministerio un escándalo.
Al estar siempre como “cazando” a los herejes
para ver cuál fue su última herejía, y de eso viven.
Solo haciendo una apologética parcial y no bíblica
para la complacencia de sus “fans”
porque no son creyentes nacidos de nuevo aquellos que usan de un lenguaje
profano de manera “habitual” llámense creyentes
o ministros.
Esta
enseñanza bíblica no es para defender a ningún hereje sino para hacer un
llamado a los creyentes y ministros defensores de la sana doctrina a una
“apologética Bíblica” es decir a someterse a lo que la misma palabra del Señor
nos enseña al respecto, y no hacer las cosas de la misma manera que los herejes
y apostatas evidenciando la misma contaminación.
Esto nos
enseña La Sana Doctrina…
Efesios
4:29…”…Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena
para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,
con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
No hay
excusa ni pretexto para dar lugar a palabras profanas y corrompidas, de uno que
es creyente o ministro, salvo que de la abundancia de su corazón esta hablando
vuestra boca.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo,
ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.
El apóstol
Pablo sufrió por causa del Señor y fue perseguido por gente mala incluyendo
falsos hermanos veamos lo que él hizo al respecto y cuál fue el lenguaje que
uso:
Segunda a
Timoteo 4:14…”…Alejandro el calderero me
ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.
15 Guárdate tú también de él, pues en gran
manera se ha opuesto a nuestras palabras.
16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi
lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
Notemos la
diferencia y la forma bíblica de presentar defensa de este legitimo apóstol de
Cristo: “El Señor le pague conforme a sus hechos”.
Notemos que
Pablo no hizo el uso de palabras vulgares, profanas o corruptas debido a que
fue un apóstol legitimo de Cristo y había nacido de nuevo por lo tanto no podían
salir de sus labios esas palabras que no son dignas de uno que dice ser siervo
de Dios.
17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio
fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los
gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.
¿Encuentran
ustedes palabras vulgares o profanas contra el enemigo del evangelio Alejandro?
Veamos otro
caso también mencionado por Pablo un verdadero apóstol de Cristo en
Segunda a
Timoteo 3:8…”:..Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así
también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento,
réprobos en cuanto a la fe.
9 Mas no
irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también
lo fue la de aquello.
En ambos
casos se mencionan las luchas de este autentico apóstol y cuando fue necesario
mencionar a sus opositores no vemos que lo tomara de manera “personal”, sino
vemos que menciona nombres pero no usa de coraje o palabras vulgares o profanas
hacia ellos.
No debemos
perder de vista nunca que la apologética bíblica y el uso de la misma debe ser
bajo los mismos principios implícitos en la bendita palabra del Señor.
La Apologética bíblica no se trata de atacar y
perseguir a los falsos profetas y estar al pendiente de lo que comen, como
duermen, como visten para luego denunciarlos.
Debemos
avanzar en la investigación y desarrollo bíblico de la sana doctrina esa es
nuestra prioridad.
En esto debemos gastar creo hasta un 90% de
nuestros recursos, dones espirituales y dinero.
La prioridad
de un pastor y de los ancianos de la iglesia debe ser en la investigación
bíblica e histórica de la sana doctrina, luego conocerla, creerla, amarla,
enseñarla y finalmente defenderla de los falsos maestros.
El uso de la apologética debe ser breve,
oportuna, y sobre todo bíblica como un 10% del tiempo y recursos se deben
invertir en la apologética y el 90% restante debe usarse para conocer y exponer
la sana doctrina bíblica.
Cuando
enseñamos la palabra de Dios y compartimos las doctrinas básicas del
cristianismo a la mayor profundidad, y cuando la congregación se fundamente
bien en La Sana Doctrina esto mismo le va a servir para no ser engañado por los
falsos maestros, a la vez esto es la mayor arma en contra de los mismos.
La
exposición de Las Escrituras evidencia las doctrinas heréticas y sus falsos
maestros.
Reconsideremos
el concejo del uso de la apologética bíblica en:
Primera de
Pedro 3:15…”…sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad
siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
Debemos
analizar bien que la doctrina apostólica del primer siglo fue la que el apóstol
Pedro, Pablo, Juan y los demás apóstoles exponían y defendían por esta razón
enfatizo que la apologética bíblica se origino para defender La Sana Doctrina
del primer siglo, y así debería ser usada hoy, no para defender Calvinismo,
judaísmo, romanismo, o pentecostalismo. . .
Conclusiones:
Hagamos
siempre que sea necesario una apologética oportuna, bíblica y sin tomarla como
algo “personal”, no tengamos ningún coraje contra quien denunciemos.
Hagamos
Apologética Bíblica como la misma
palabra de Dios lo enseña primero santificando a Dios el Señor en nuestros corazones.
. .
Es cierto
que nos podemos enojar con las barbaridades de los falsos maestros, o con
quienes nos atacan pero debemos hacer todo bíblico, mantener la calma, la
paciencia y si es necesario responder aunque algunas ocasiones lo mejor es no
responder a un ataque personal, sino hablarlo con la persona para luego tomar
una decisión al respecto.
Dios les
siga bendiciendo y que la Palabra misma ilumine sus vidas para militar como
Dios nos lo demanda, que podamos escapar de la influencia de los “apologistas
vulgares, profanos y corruptos “ de este siglo 21, que volvamos a la
apologética bíblica del primer siglo.
Atentamente
pastor Juan Navarro Rdz. Maranatha. . .
“Santifiquemos
al Señor en nuestros corazones”…
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